Se avecinan buenos tiempos para la publicidad en videojuegos.
La industria de los videojuegos ha experimentado un importante cambio en los últimos años. Ya no son juegos exclusivos para niños y adolescentes.
Ahora los juegan también los adultos, jugadores con capacidad de compra. Por ello los anunciantes están apostando fuerte por introducir publicidad en los videojuegos.
Según un informe de eMarketer, la inversión en publicidad en este soporte pasará de los 194,3 millones de euros en 2007, a los 428 millones en 2012. El sector no deja de crecer. El mismo estudio prevé que las ventas, tanto de consolas como de videojuegos, alcancen los 13.800 millones de euros en cinco años.
Evidencia de la buena salud de la que goza la industria es que, en promedio, se vendieron nueve videojuegos cada segundo durante todos los días de 2007 en Estados Unidos, según la Entertainment Software Association (ESA). Otro buen ejemplo del negocio es el videojuego Halo 3.
Según Paul Verna, analista de eMarketer, el juego logró recaudar en un día más de lo que recaudó la película Spiderman 3 en un fin de semana, e incluso más que lo que se recaudó durante el primer día que se puso a la venta el último libro de la saga de Harry Potter.
Ahora los juegan también los adultos, jugadores con capacidad de compra. Por ello los anunciantes están apostando fuerte por introducir publicidad en los videojuegos.
Según un informe de eMarketer, la inversión en publicidad en este soporte pasará de los 194,3 millones de euros en 2007, a los 428 millones en 2012. El sector no deja de crecer. El mismo estudio prevé que las ventas, tanto de consolas como de videojuegos, alcancen los 13.800 millones de euros en cinco años.
Evidencia de la buena salud de la que goza la industria es que, en promedio, se vendieron nueve videojuegos cada segundo durante todos los días de 2007 en Estados Unidos, según la Entertainment Software Association (ESA). Otro buen ejemplo del negocio es el videojuego Halo 3.
Según Paul Verna, analista de eMarketer, el juego logró recaudar en un día más de lo que recaudó la película Spiderman 3 en un fin de semana, e incluso más que lo que se recaudó durante el primer día que se puso a la venta el último libro de la saga de Harry Potter.