Kate Moss para Topshop 2014
"Ella lo tiene. Posee ese algo que todo diseñador, estilista o editor de moda busca. Su frescura no caducará jamás", dice Marc Jacobs, y no parece haber nacido quien se atreva a contrariar esta máxima. Después de 26 años, 34 portadas internacionales de Vogue y una mirada que sigue cautivando exactamente igual que entonces, Kate Moss sigue siendo la reina indiscutible del Olimpo de las top models, capaz de llevar el estilo boho a una tendencia rabiosamente actual de la que ya se ha erigido absoluta prescriptora.
Su debilidad por el vintage y su capacidad para combinar bolsos de firma con prendas rescatadas de otras décadas o de grandes cadenas textiles captó el ojo de Topshop, que hace 7 años le propuso firmar su primera colección de ropa para la firma.
Su debilidad por el vintage y su capacidad para combinar bolsos de firma con prendas rescatadas de otras décadas o de grandes cadenas textiles captó el ojo de Topshop, que hace 7 años le propuso firmar su primera colección de ropa para la firma.
Han pasado 3 años desde que la alianza entre el gigante inglés y la modelo quedara en estado interruptus, y Kate reconoce haber echado en falta esa descarga creativa. "He echado de menos estar involucrada en el proceso de diseño, sentirme parte de un equipo. En un momento como éste, en el que Londres está en el tope en cuestión de moda internacional, parece que ha sido perfecto volver a casa". Una de las principales responsables de esta vuelta al amor es Kate Phelan, directora creativa de Topshop desde 2011.
Curiosamente, esta británica fue hasta ese momento directora de moda de Vogue UK, puesto en el que ahora opera la carismática Lucinda Chambers. La tercera en este triunvirato es la estilista Kate England, colaboradora habitual de Moss y parte esencial de la colección junto a los cuatro diseñadores que fueron elegidos para desarrollarla entre el equipo de la marca.