STELLA MCCARTNEY Y GOOGLE UNEN FUERZAS PARA REDUCIR LA HUELLA ECOLÓGICA
Stella McCartney da un paso más en su lucha por conservar el medio ambiente pero esta vez lo hace con un aliado de lujo: Google. La hija de Paul McCartney siempre ha mostrado su sensibilidad por la naturaleza. De su madre heredó el gusto por una alimentación vegetariana y en sus colecciones ha renunciado al uso de pieles de origen animal, buscando siempre alternativas sostenibles.
La diseñadora británica es consciente de que la industria de la moda es una de las más contaminantes, responsable del 20% de las aguas residuales y del 10% de las emisiones de carbono. Y es precisamente en las cadenas de suministro de las materias primas donde falta información veraz sobre el impacto que tienen en el medio ambiente. Y ahí entra Google en escena. El gigante tecnológico ha creado una herramienta con el objetivo de analizar los datos de los que se dispone y compartir los resultados con las marcas para que estas puedan actuar y reducir la huella ecológica de sus prendas. Este plan piloto arrancará analizando el algodón y la viscosa, dos de las materias primas más contaminantes y las más usadas en la industria textil.
El objetivo es que los procesos de producción sean más transparentes y las marcas tengan acceso a todos los datos para así tomar decisiones que pongan en marcha prácticas más sostenibles. Stella McCartney y Google también quieren esclarecer qué información no existe y qué pasos se pueden dar para empezar a disponer de ella y utilizarla en favor del medio ambiente. Este es el primer paso de Google dentro del mundo de la moda. Pero el gigante tecnológico espera poder seguir desarrollando nuevas herramientas para ayudar a las marcas a reducir su impacto medioambiental.
Stella McCartney ha sido una de las firmas de lujo pioneras en buscar materiales sostenibles y más respetuosos con el medio ambiente. De hecho, en su último desfile en la Semana de la Moda de París, las modelos lucieron las tradicionales botas Hunter versionadas por McCartney y realizadas con caucho natural que proviene de bosques certificados de Guatemala y un innovador material llamado Yulex cuya producción genera un 80% menos de dióxido de carbono.