EL METAVERSO SE DESINFLA FRENTE A LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

En octubre de 2021, Facebook cambiaba oficialmente su nombre a Meta. Era algo más que una declaración de intenciones. Suponía marcar la pauta del modelo de negocio que estaba por venir. Se abría la veda del metaverso, un concepto que no era ni mucho menos nuevo, puesto que fue enunciado en 1992 por primera vez en Snow Crash, una novela de ciencia ficción creada por Neal Stephenson. 

Tampoco era una concepción inédita, porque desde mediados de los 2000 surgieron plataformas como Second Life, mundos virtuales abiertos en los que el usuario se representaba por un avatar. Menos de un año y medio después, el metaverso es un fiasco reconocido incluso por las partes que invirtieron millones de euros en lo que se consideraba como una evolución de Internet y que iba a abrir nuevas relaciones entre marcas y consumidores, así como un ámbito de relaciones sociales que nunca antes había existido. 

Pero la Inteligencia Artificial, con aplicación mucho más demostrable y que ya reporta beneficios directos, ha engullido las inversiones de las compañías, que han vuelto a reestructurar sus departamentos. 

Disney liquida la división del metaverso, el caso reciente más notable es el de Disney, que ha eliminado la unidad de negocio que estaba dedicada al metaverso, donde trabajan 50 personas que se encargaban de explorar la “narración de historias y experiencias de consumo de última generación”. Este recorte se integra en una estrategia que es común en la industria del entretenimiento y en el universo de las tecnológicas, que se han propuesto estrechar las masas salariales: 7.000 empleados en el caso de Disney. 

En Meta han perdido la fe Incluso los que hicieron un mayor apostolado a favor del metaverso han perdido la fe en que esta unidad les vaya a reportar un beneficio inmediato, algo que en otro contexto no habría sido tan exigente, pero sí en el actual de incertidumbre y cambios estructurales. Meta, de Facebook, ha sufrido una sangría laboral en los últimos tiempos, con miles de empleos recortados, incluso en la unidad Metaverse en la que tanto entusiasmo había depositado Mark Zuckerberg. De hecho, son los empleados de esta división, junto a los que trabajan en Reality Labs, división de hardware -la realidad aumentada es otro elemento de trabajo en decadencia-, los que están en el punto de mira del departamento de Recursos Humanos de la empresa. 

Y esto, lógicamente, está afectando a las otras firmas del grupo como Instagram. Se busca un modelo de negocio más realista, con productos accesibles y de consumo más rápido que no necesiten décadas de implantación o asimilación. De igual modo que se produjo un torrente de versiones entre finales de 2021 y comienzos de 2022, estos meses se está desencadenando una cascada de renuncias al metaverso. Es difícil quedarse en un segmento si se elimina la competencia, que a fin de cuentas motiva la innovación y activa el consumo.
  

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